El escándalo de corrupción electoral que estallô en Colombia salpica a otras naciones del área, según indican los más recientes informes sobre el caso.
Las revelaciones del ex embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, provocaron una explosión que dejô al descubierto las intimidades de la campaña política de Petro, en la que aparentemente “metió mano”, Nicolas Maduro, la guerrilla y todos los carteles de la droga que operan en ese país.
Enardecido porque lo dejaron sin la más mínima cuota de poder, Benedetti se despachó con la cuchara grande y calificô de “hijo de puta” a Petro, señalando de paso que quien lo puso en el cargo fue êl. “Si no fuera por mí, nunca hubiese llegado a la presidencia”, expresô mientras despotricaba contra la secretaria de gabinete y mano derecha de Petro, Laura Sarabia, a quien califica de imbécil, cabeza hueca y tonta útil de la primera dama Verónica Alcocer, quien según señaló, fue quien la colocô en esa posición.
Benedetti, afirmô que recaudo 15 mil millones de pesos para la campaña de Petro en el Atlántico y dejó entrever que si revela de donde vino el dinero, todos van a caer presos, incluyéndose.
Las alegaciones del exembajador y su cercanía con el gobierno de Venezuela parecen indicar que gran parte del dinero ilegal que entrô en la campaña de Petro, provino de la fortuna que Maduro, supuestamente le ha robado al pueblo de ese país.
Si se comprueba que las donaciones provienen de manos de Nicolas Maduro, buscado por narcotráfico y calificado por la comunidad internacional como un dictador corrupto y despiadado. Petro podría ser declarado traidor a la patria y si la ayuda viene de dinero de las drogas o la guerrilla, la administración Petro seria calificada como un narco gobierno y quedaría descalificado como gobernante.
El desastre que golpea a Petro se desprendió como una bola de nieve que no dejo de crecer hasta convertirse en una avalancha. Todo comenzó con un robo supuestamente de 150 millones de pesos, ocurrido en casa de Laura Sarabia, la jefe de gabinete.
Los hechos se produjeron a finales de enero en el hogar de Sarabia, en Bogotá y las acusadas por el supuesto robo fueron sus empleadas. Marelbis Meza, la niñera y Fabiola Perea, cocinera. Sarabia, desesperada por recuperar el dinero recurrió
a una serie de artimañas ilegales y abusadoras que involucraron a la policía, a expertos del Palacio de gobierno y a la fiscalía.
Hoy las víctimas de la ex poderosa jefe de gabinete, injustamente acusadas, están libres mientras que Sarabia, por “estúpida”, como dice Benedeti, quedô en la calle, sin poder y muy pronto estará tras las rejas por abusar de su cargo, por violación de derechos humanos y muy posiblemente por lavado de activos, si no logra explicar de dónde provienen los 150 millones de pesos que se le extraviaron.
El elefante, como llaman a Maduro en el gabinete de Petro, posa con el jefe de la cancillería colombiana Alvaro Mejías.